Onicofagia. Así, de entrada, por ese nombre es difícil de conocer el problema, pero sí se comprende mejor si nos referimos a lo que significa: morderse las uñas. 

Situaciones de estrés o miedo pueden generar esta acción de forma puntual. También es habitual cuando alguien busca calmarse cuando están en situaciones que provocan angustia o nervios. Y aparece igualmente en personas tímidas o con baja autoestima, así como otras que acaban sacando de esa manera momentos de rabia o frustración. 

Sea cual sea el origen, cuando se convierte en un hábito tiene unas consecuencias negativas que van mucho más allá del ámbito dermatológico y del aspecto estético de los dedos. También afecta, y más de lo que se pueda pensar, a la salud bucodental.

No sólo es deterioro dental

La consecuencia más evidente de morderse las uñas es el desgaste de los dientes, especialmente de los incisivos, tanto superiores como inferiores. Y es que, si bien es cierto que el esmalte con el que están recubiertas las piezas es un tejido muy duro, no lo es menos que el deterioro será mucho mayor a lo habitual, y más en los casos en lo que este hábito se hace de forma muy repetitiva e impulsiva. 

Otro aspecto que, igual no se toma mucho en consideración, es que este mal hábito puede favorecer la halitosis. Debajo de las uñas, la llamada región subungueal, es un lugar donde se suelen acumular muchas bacterias, tantas como miles y miles, que al entrar en contacto con la cavidad bucal pueden acabar provocando el mal olor. 

Y otro problema, que tampoco se tiene mucho en cuenta, y que sí preocupa a los especialistas en odontología, son los trastornos de las articulaciones y de los músculos temporomandibulares. Es decir, afecciones que causan dolor en la articulación y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula. 

“Muchas personas, al morderse las uñas, fuerzan la mandíbula a una posición que perjudica a esa articulación”, recuerda la odontóloga y gerente de la Clínica Dental Bucoral, María Teresa Bravo, sobre este mal hábito.

Remedios para evitar morderse las uñas

remedios para evitar morderse las uñas

Realizar técnicas de relajación sirve para las personas que suelen morderse las uñas. Y hay quien si se hace la manicura, al ver sus uñas tan embellecidas, frena dicho hábito. Incluso en la actualidad ya existe una aplicación móvil gratuita, App Raylex, que ofrece consejos donde se combinan acciones de rechazo y de motivación a través de ilustraciones. 

Pero quizás, la fórmula más habitual es la aplicación en la uñas de esmaltes con sabor muy amargo para disuadir de la mordida. Es especialmente recomendable en los más pequeños, ya que con ello se consigue ir eliminando esa práctica en edades tempranas y se evita así el daño en los dientes.

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